‘¿Por qué lloras mujer?’
La viejita se da la vuelta y ve al joven hombre alto, majestuoso, en una nueva y hermosa túnica blanca y un manto blanco nieve a juego. Ella lo confunde con un médico a causa de sus vestidos y su aspecto y su sorpresa es mayor porque los médicos y los sacerdotes no prestan atención a los pobres ni tampoco los protegen de la avaricia de los comerciantes. Ella le explica a Jesús la razón de sus lágrimas.
‘Cambia este cordero para estos creyentes. No es digno del altar, tampoco es justo que tú debas tomar ventaja de dos ancianos pobres, sólo porque son débiles y desprotegidos’. Le dice Jesús al comerciante de corderos.
‘¿Y quién eres Tú?’
‘Un hombre justo’.
‘Por Tu forma de hablar y Tus compañeros’, yo sé que Tú eres Galileo. ¿Puede haber un hombre justo en Galilea?’
‘Haz lo que te dije, y se un hombre justo ti mismo’.
“¡Escuchad! ¡Escuchad al Galileo que está defendiendo a sus iguales! Y ¡Él quiere enseñarnos a nosotros del Templo! ‘ El hombre se ríe y se burla, imitando el acento Galileo, que es más musical y más suave que el de Judea.
Muchas personas se acercan más a ellos y otros comerciantes y cambistas se ponen del lado de su compañero de comercio en contra de Jesús.
Entre los asistentes hay dos o tres rabinos irónicos. Uno de ellos le pregunta: ‘ ¿Eres médico? ‘, De manera que incluso probaría la paciencia de Job……
Donde hay Espinas, también habrá Rosas
Seguidme
BLACK AND WHITE£5.99
Product Description
‘¿Por qué lloras mujer?’
La viejita se da la vuelta y ve al joven hombre alto, majestuoso, en una nueva y hermosa túnica blanca y un manto blanco nieve a juego. Ella lo confunde con un médico a causa de sus vestidos y su aspecto y su sorpresa es mayor porque los médicos y los sacerdotes no prestan atención a los pobres ni tampoco los protegen de la avaricia de los comerciantes. Ella le explica a Jesús la razón de sus lágrimas.
‘Cambia este cordero para estos creyentes. No es digno del altar, tampoco es justo que tú debas tomar ventaja de dos ancianos pobres, sólo porque son débiles y desprotegidos’. Le dice Jesús al comerciante de corderos.
‘¿Y quién eres Tú?’
‘Un hombre justo’.
‘Por Tu forma de hablar y Tus compañeros’, yo sé que Tú eres Galileo. ¿Puede haber un hombre justo en Galilea?’
‘Haz lo que te dije, y se un hombre justo ti mismo’.
“¡Escuchad! ¡Escuchad al Galileo que está defendiendo a sus iguales! Y ¡Él quiere enseñarnos a nosotros del Templo! ‘ El hombre se ríe y se burla, imitando el acento Galileo, que es más musical y más suave que el de Judea.
Muchas personas se acercan más a ellos y otros comerciantes y cambistas se ponen del lado de su compañero de comercio en contra de Jesús.
Entre los asistentes hay dos o tres rabinos irónicos. Uno de ellos le pregunta: ‘ ¿Eres médico? ‘, De manera que incluso probaría la paciencia de Job……